En una noche de 1904, en Dublín, Joyce se acercó a una mujer que estaba acompañada, sin que el lo advirtiese, por un soldado. El militar golpeó con dureza a Joyce dejándolo tendido en el suelo, de donde fue ayudado a levantarse y a irse hacia su casa por un judío conocido en toda la ciudad gracias a las continuas infidelidades de su mujer. Joyce, al reflexionar más tarde sobre el episodio, descubrió en él una mezcla grotesca de dos mitos de la cultura clásica: Ulises retorna al hogar ayudado por el Judío errante, esposo de una desleal Penélope.
Señor militar, os odio con toda mi alma, si Joyce hubiera follado esa noche, yo no estaría analizando el Ulysses, si Marilym pudo, yo también, otro vodka red bull,gracias.
. . . yes I said yes I will Yes.
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